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Termografía infrarroja: mucho más que un detector de pandemias

Desde 2020, las imágenes termográficas han aparecido frecuentemente en los medios de comunicación, silueteando personas como detector de enfermedad, pero esta técnica de detección a distancia es ampliamente utilizada en la previsión de riesgos y la evaluación de equipos industriales.

La termografía infrarroja es una técnica de ensayo no destructivo consistente en el análisis de imágenes de radiación infrarroja tomadas con dispositivos de adquisición a distancia. Sus deducciones, popularizadas durante la pandemia, son también muy valiosas en el ámbito industrial, ya que facilitan la prevención de riesgos y la evaluación del calentamiento de los equipos antes de que constituyan un peligro o generen una catástrofe.

Esta herramienta, clave en la detección de anomalías y la optimización de procesos, es utilizada en muchos sectores, tal y como nos explica Rafael Royo Pastor, experto y profesor titular en la Universidad Politécnica de Valencia.


Principales aplicaciones

Durante la pandemia, la termografía infrarroja se convirtió en una herramienta esencial para evaluar la temperatura corporal de las personas y prevenir la propagación del virus. Esta técnica, basada en la medición de la radiación infrarroja que emite el cuerpo humano, permitió identificar a personas con fiebre para localizar posibles focos de infección.

Otro de los usos más efectivos de la termografía se da en el sector aeronáutico, ya que optimiza la seguridad en los aeropuertos para prevenir posibles incidentes

Sin embargo, al margen de su uso médico, la termografía también es utilizada en la evaluación de infraestructuras, especialmente focalizada en tres tipos de irregularidades:

  • Eléctricas: cualquier resistencia adicional o anomalía en cableados o aparamentas, que se manifiestan como un sobrecalentamiento que detecta la cámara térmica.
  • Térmicas: fallos en aislamientos de hornos, depósitos acumuladores, líneas, e incluso edificios, pueden evaluarse mediante termografía infrarroja.
  • Fugas de fluidos a diferente temperatura que el ambiente: detectadas con las condiciones favorables.

Como explica el experto, este tipo de tecnología se comenzó a aplicar sobre grandes equipos eléctricos ubicados en subestaciones. Posteriormente, su ámbito de uso se amplió de forma sistemática en media tensión, aunque asegura que podría ser utilizado también en aplicaciones de baja tensión —incluyendo domésticas— como la detección de humedades, infiltraciones de agua o pérdidas energéticas.

Otro de los usos más efectivos de la termografía se da en el sector aeronáutico, ya que optimiza la seguridad en los aeropuertos para prevenir posibles incidentes, la detección de fallos en instalaciones y motores o la prevención de incendios. Rafael Royo apunta a que la termografía infrarroja es aplicada también en el mantenimiento de las aeronaves por su rapidez y facilidad, y los fabricantes han implementado protocolos para la inspección de piezas de la aeronave.

 

Mayores desafíos a hacer frente

 “Los retos más importantes que enfrenta la termografía infrarroja en la actualidad tienen que ver con su aplicación en materiales metálicos y en hormigón, para detectar anomalías sin tener que realizar ensayos destructivos”, afirma el docente.

Esto se debe a que estos materiales tienen una alta conductividad térmica, lo que dificulta la detección de pequeñas variaciones de temperatura. Para superarlo, es necesario determinar la fuente térmica más adecuada para cada caso, ya que puede influir en la capacidad de esta técnica para detectar anomalías. En el caso del hormigón, por ejemplo, se puede utilizar la variación de temperatura debida a la variación solar para realizar una termografía.

La regulación del tráfico puede ser mejorada mediante sensores térmicos que informen de la presencia de vehículos o de peatones

Sobre su uso en el campo médico para la detección de anomalías superficiales, su aplicación todavía es limitada debido a la necesidad de equipos de alta calidad, protocolos estandarizados y personal especializado en la interpretación de las imágenes térmicas. Sin embargo, tiene un gran potencial al tratarse de una opción más segura y cómoda para el paciente que otras técnicas de diagnóstico por imagen, ya que no emite radiación ionizante y no es invasiva.

Para acabar, el especialista habla sobre cómo ve el futuro de esta tecnología, recalcando que, gracias al desarrollo de sensores térmicos de bajo coste, cada vez debería ser mayor el número de aplicaciones. “Es un problema de conocimiento de la técnica y de sus posibilidades por parte de los profesionales. Preveo que en un futuro cercano sea aplicado de forma masiva en automoción, para mejorar la seguridad activa del vehículo y en determinadas zonas internas. Por ejemplo, la regulación del tráfico puede ser mejorada mediante sensores térmicos que informen de la presencia de vehículos o de peatones”, concluye.

 

Ha colaborado en este artículo…

Rafael Royo Pastor (Valencia, 1962) es Doctor Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), donde es profesor titular. Ha impartido asignaturas asociadas a la Ingeniería Térmica desde 1987 en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial (ETSII) de la UPV: fundamentalmente Motores Térmicos y Transmisión de Calor. Desde el año 2009 participa en la docencia del Máster Oficial del Instituto de Ingeniería Energética de la Universidad Politécnica de Valencia en Desarrollo Sostenible, impartiendo la asignatura “Nuevas tecnologías energéticas para edificios. Edificios de consumo casi cero”. Ha sido responsable del Proyecto de Colaboración de la UPV con el Departamento de Estudios de Renault España desde el año 1993 hasta el 2011.
Desde el año 2000 lleva a cabo una actividad continua en el campo de la termografía infrarroja, tanto desde el punto de vista de la formación como de la investigación en aplicaciones avanzadas. Es responsable de formación del Infrared Training Center en España, asociado a Flir Systems, Nivel 3 en termografía por el ITC y por la Asociación Española de Ensayos no Destructivos (AEND). Es autor de múltiples ponencias nacionales e internacionales tanto sobre motores (SAE) como de aplicaciones en termografía infrarroja (Inframation) y eficiencia en edificios. Desde el 2022 es Subdirector de Calidad y Acreditación de la ETSII.

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