La fusión nuclear podría convertirse en una fuente de energía clave y DEMO, un ambicioso proyecto de investigación internacional, trata de confirmar su viabilidad comercial. Parte esencial de su trabajo se llevará a cabo en un acelerador de partículas construido en España.
Las exigencias energéticas —vigentes y previstas— de la sociedad van en aumento, pero también el compromiso medioambiental de las principales actividades económicas. En este contexto, la fusión nuclear se posiciona como una de las fuentes más prometedoras para completar el mix de la segunda mitad del siglo XXI. “Es prácticamente ilimitada, segura y respetuosa con el medioambiente debido a que no genera emisiones contaminantes. Se debe destacar también que, si en el futuro una central sufriese algún daño por causas naturales o provocadas por el hombre, esto no ocasionaría desastres medioambientales asociados”, explica José Aguilar, Coordinador de la Oficina Técnica de IFMIF-DONES.
Para que su potencial se convierta en una realidad eficiente, es necesario habilitar los medios para que la energía de fusión cumpla una serie de requisitos tecnológicos y comerciales. Con el objetivo de demostrar esta viabilidad, nació el proyecto internacional DEMO (demonstration power plant), una planta prevista para ejercer una operación continuada y la inyección de energía en la red eléctrica adaptada a las necesidades del hombre.
Acelerador de partículas
Uno de los mayores retos del sector en el estudio de la fusión nuclear es el efecto de los materiales más críticos en la estructura interna de un reactor y superar este desafío tecnológico pasa por una infraestructura científica única: el IFMIF-DONES. En ella se van a probar, validar y calificar los materiales que se utilizarán en futuras plantas de energía de fusión, comenzará sus pruebas de irradiación en 2033 y se está construyendo en España.
Acto de firma del convenio de constitución de IFMIF-DONES España
“Europa es líder en el desarrollo internacional de la energía de fusión y nuestro país es uno de los más destacados en este sector, tanto en la generación de conocimiento como en la capacidad técnica, tecnológica e industrial para acometer este tipo de proyectos”, asegura el experto. Aguilar explica que Andalucía se erigió como el lugar idóneo para la construcción de esta gran instalación dentro de la hoja de ruta europea para la producción de electricidad porque cuenta con un entorno social, político y económico que trabajó unido. “Eso facilitó todo e hizo que la apuesta fuese Granada y, en concreto, un municipio llamado Escúzar, que también cedió gratuitamente los terrenos necesarios para acometer la infraestructura”, asegura.
Esta instalación ha sido incluida en la hoja de ruta del Foro Estratégico Europeo de Infraestructuras de Investigación (ESFRI) dentro del área de energía, posicionándose como una infraestructura estratégica relevante para los científicos en Europa y en el mundo en el área de la investigación e innovación.
A pesar de ser un proyecto internacional, el acelerador tendrá un impacto especialmente positivo en el emplazamiento escogido para su construcción, tanto económico como social. “Será transformador para la industria, para la formación, para la sociedad y para el capital humano”, destaca José Aguilar. Con ese propósito, la Junta de Andalucía ha encargado al Parque Tecnológico de la Salud (PTS) un Plan Estratégico para perfilar el desarrollo local y regional alrededor del IFMIF-DONES, colocar a la región a la vanguardia científica y crear empleo en la provincia.
“Nuestro principal reto es ser capaces de que la fase de movilización
de la fase de construcción del proyecto sea lo más exitosa posible”
Desafíos del proyecto
“Es la primera vez que el ser humano va a construir una instalación científica como IFMIF-DONES, y en ese sentido los desafíos para la ingeniería, la tecnología y la propia industria van a ser importantes en los próximos años. Pero eso es algo que suele ser habitual cuando se habla de grandes instalaciones científicas únicas en el mundo. En la actualidad, nuestro principal reto es ser capaces de que la fase de movilización de la fase de construcción del proyecto sea lo más exitosa posible, ya que eso nos permitirá contar con todos los recursos materiales y, sobre todo, humanos para afrontar un proyecto de estas dimensiones. Para crear este equipo internacional que trabaje en Granada durante los próximos años, de muy alta cualificación, contaremos con el compromiso y aportación de los distintos países que van a contribuir a que este proyecto sea una realidad”, asevera Aguilar.
Esta instalación será el paso siguiente a ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), un reactor diseñado como el paso experimental clave entre las actuales instalaciones de investigación de fusión y las plantas de energía de fusión del mañana, el primero en producir energía neta. “A pesar de no haberse puesto todavía en funcionamiento —está en fase de ensamblado—, ITER ya ha supuesto que logremos dar respuesta a problemas de carácter tecnológico y científico que hasta ahora no éramos capaces de resolver”, asegura el experto. “Nos va a permitir, dentro de pocos años, demostrar que somos capaces de mantener una reacción de fusión lo suficientemente grande, mantenida durante el suficiente tiempo, y de ello seguiremos aprendiendo”, concluye.
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José Aguilar Medina es Coordinador de la Oficina Técnica de IFMIF-DONES. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad de Granada y MBA Internacional por la Universidad Camilo José Cela, ha desarrollado su carrera profesional en tareas de gestión y dirección de proyectos de ingeniería y construcción, principalmente en el sector industrial en países como Italia, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Qatar o Egipto, entre esos proyectos destaca ITER.
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