La edificación industrial o prefabricada está revolucionando el sector de la construcción al ofrecer soluciones rápidas, sostenibles y eficientes. Abordamos las ventajas que ofrece y su impacto positivo en el medioambiente y en los nuevos modelos urbanísticos.
La construcción modular ha surgido como una alternativa arrolladora a los métodos tradicionales de edificación. Javier Rabadán Sánchez-Lafuente, director comercial de Sismo, una empresa de construcción industrializada líder en Europa, expone las principales ventajas de este sistema y su relevancia en el contexto contemporáneo.
Complementaria y asequible
Esta técnica, conocida también como producción off-site, implica la fabricación de ciertos componentes de un edificio en un entorno industrial, que son posteriormente transportados para su ensamblaje con otros elementos de la edificación final. Unas de las ventajas más significativas de esta industria frente a la convencional es la reducción de los plazos de ejecución y la disminución de la necesidad de mano de obra, lo que repercute directamente en la inversión requerida por el promotor. “Además, es posible garantizar los costes de construcción; es decir, fijar un presupuesto inicial, a diferencia del sistema tradicional, que a menudo se enfrenta a retrasos imprevistos y una programación irregular”, sostiene Rabadán.
Es importante destacar que las técnicas modulares no reemplazan por completo los métodos tradicionales, sino que los complementa. Tal y como afirma el experto, “aunque gran parte de la estructura se produce en una fábrica, muchas fases del proceso aún requieren metodologías convencionales, como los elementos de carpintería o las solerías”.
Esta combinación permite aprovechar lo mejor de todos los tiempos: la eficiencia de la construcción modular y la adaptabilidad de los métodos tradicionales. Aunque puede aplicarse en cualquier tipo de construcción, resulta especialmente beneficiosa para grandes infraestructuras, que precisarían de menos manos de obra y esta se llevaría a cabo en un entorno mucho más seguro y confiable.
Selección crucial de materiales
No existe una fórmula única para la creación de piezas modulares; sin embargo, dos de los materiales más utilizados son el acero galvanizado y el poliestireno expandido, reconocidos por sus excelentes propiedades de aislamiento térmico a un costo accesible y su manejabilidad.
El hormigón, un material clásico, también desempeña un papel fundamental en este contexto. “Es de sobra conocido, no solamente en España, sino a escala mundial, y permite alcanzar altos niveles de resistencia estructural y acústica”, añade Rabadán. La clave del éxito de estas piezas radica en el ensamblaje de todos los componentes, lo que requiere maquinaria específica para garantizar que funcionen en conjunto de manera efectiva.
Proceso de diseño inédito
Una de las características más distintivas de la construcción modular es que requiere de un enfoque más detallado en las primeras fases de diseño, con un “estudio minucioso de todos los elementos”. Desde Sismo se explica que “muchos componentes se fabrican antes de llegar al lugar de la edificación, por lo que es fundamental realizar un estudio exhaustivo de cada uno de ellos no solo para la mejora de calidad del producto final, sino para asegurarse de que esta se hará de manera efectiva”. Un diseño bien planificado asegura que todos los elementos encajen perfectamente, minimizando y retrabajos en el lugar de la construcción.
La elección de este tipo de materiales innovadores, las técnicas que mitigan el impacto ambiental de su producción y el fomento de la durabilidad de las edificaciones confieren a la construcción modular una ventaja inicial: su conformidad con la exigente normativa derivada del compromiso global con la sostenibilidad, a menudo difícil de asimilar por parte de las empresas tradicionales. “Al llevar a cabo la fabricación en un entorno controlado, se reduce significativamente el desperdicio de materiales, se facilita el reciclaje y se pueden incorporar técnicas de diseño que mejoren la eficiencia energética de las construcciones”, asevera Javier Rabadán.
Desafíos y escollos de su desarrollo
La construcción modular representa una solución innovadora que aborda muchas de las ineficiencias de la tradicional, pero también conlleva nuevos desafíos que el sector afronta con notable éxito. Uno de los más relevantes está relacionado con la movilidad. “El transporte vinculado a esta actividad es muy elevado, aunque normalmente se trabaja en un entorno accesible. Nosotros operamos en España, Portugal, Marruecos, Islas Canarias y Baleares, donde existe una gran red logística a pesar de las distancias”, reconoce Rabadán. Aunque este proceso imperativo tiene la desventaja del uso de combustibles, se están perfilando estrategias para reducir el consumo energético, tales como la optimización del transporte, la calibración de pesos y volúmenes y el rendimiento de las cargas.
Así mismo, es esencial promover la especialización de los profesionales del sector y superar las barreras impuestas por la cultura tradicional de la industria. A medida que la demanda de edificaciones sostenibles y económicas continúa en aumento, algunas empresas se resisten a adoptar alternativas viables y prometedoras. “Hay ciertas áreas de la construcción que siguen teniendo la mentalidad del ladrillo, pero terminarán viendo las ventajas a la construcción modular”, concluye.
Ha participado en este artículo…
Francisco Javier Rabadán Sánchez-Lafuente tiene más de 20 años de experiencia laboral enfocada a la construcción de edificaciones. Es Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos con un enfoque en cálculo de estructuras y edificaciones, y ha trabajado como jefe de obras de edificación y cálculo de estructuras. Tras realizar un Máster MBA en Administración y Dirección de Empresas, se incorporó en 2012 a Sismo Spain.