La República de Colombia goza de una ubicación estratégica en América Latina. Situada entre el Caribe y el Pacífico, alberga una de las zonas con mayor tráfico marítimo del mundo. En este contexto, su desarrollo comercial ha experimentado un notable aumento en los últimos años.
La estructura económica del país se ha fortalecido gracias a la buena gestión macroeconómica, los incentivos fiscales y la entrada de capital extranjero. Según reflejó el último informe del ICEX, su PIB pasó de 270.145 millones de dólares en 2020 a 344.000 millones de dólares en 2022. Este recorrido ha sido moderado en el presente ejercicio: en lo que llevamos de año, el PIB de la región ha crecido en total un 1% respecto a 2022, pero en concreto en el tercer trimestre de 2023 el PIB en su serie original decreció un 0,3% respecto al ejercicio anterior.
La actividad que más contribuyó al decrecimiento del valor agregado, según datos oficiales del Sistema Estadístico Nacional de Colombia (SEN), fue Industrias Manufactureras, que decreció un 6,2% y contribuyó -0,8 puntos a la variación anual del valor agregado, en su serie original. El comercio al por mayor y al por menor, la industria automotriz y la construcción también contribuyeron a este decrecimiento de forma reseñable. Por su parte, las actividades financieras y de seguros crecieron un 8,8% (contribuyendo 0,4 puntos porcentuales a la variación anual).
El Índice de Precios al Consumidor (IPC), como en la mayoría de las economías del mundo, ha aumentado en gran medida hasta situarse en tasas del 13,1% en 2022. También esta situación va revirtiéndose gradualmente. Según los últimos datos publicados por el SEN, en octubre de 2023 la variación anual del IPC fue 10,48%, es decir, algo menor que la reportada en el mismo periodo del año anterior (12,22%).
Balanza comercial
Históricamente, el grado de apertura comercial de Colombia es algo inferior al resto de países de la zona —suele rondar entre el 25/30% del PIB—, y siempre ha existido una brecha entre las exportaciones y las importaciones (en su mayoría sujeto al régimen de libre importación, y menos del 3% al de licencia previa o prohibición). Si nos remitimos a los últimos datos publicados de un ejercicio completo, descubrimos que el total de las exportaciones realizadas desde el país en 2022 sumaron un total de 38.950 millones de dólares —la mayoría de los productos combustibles y aceites minerales—.
Las exportaciones, que se apoyan fundamentalmente en el petróleo y productos derivados del mismo —su valor alcanzó cerca de los 20.000 millones de dólares en 2021—, han sufrido caídas puntuales debido a las tensiones entre países exportadores como Rusia y Arabia Saudí. El segundo grupo de productos más importados son los agroindustriales. Gracias a su clima y a su posición geográfica, Colombia produce durante todo el año y cuenta con un gran potencial de crecimiento sostenible, que la convierten en uno de los principales productores de alimentos como el aguacate, el café o la caña.
Las importaciones, por su parte, alcanzaron los 77.413 millones de dólares —mayoritariamente maquinaria y aparatos eléctricos y mecánicos—. Los principales importadores de la región fueron, en 2022, Estados Unidos, Japón, Brasil y México. Las exportaciones tienen también como principal destinatario a EE. UU., con un 26% del total, seguido por Panamá y Ecuador.
Respecto a las relaciones bilaterales con España, existe desde 2007 un acuerdo para la promoción y protección recíproca de las inversiones (actualizado en 2021), y un convenio para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de impuestos, además del Tratado de Libre Comercio firmado con la Unión Europea en 2013. Esta alianza está impulsando un flujo de inversión que va en aumento, como se puede apreciar en el siguiente cuadro.
La importancia de su cultura
El turismo es un sector fundamental para el equilibrio de Colombia, que se ha consolidado como motor de desarrollo económico y social al representar cerca del 6% del PIB nacional. Recientemente el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de la región ha presentado un Plan Sectorial enmarcado entre los años 2022 y 2026, que busca afrontar la recuperación tras una de las peores crisis de su historia, marcada por eventos como la pandemia. Para comenzar a paliarlo, en diciembre de 2020 entró en vigor la Ley de Turismo, en la que se establecen incentivos fiscales para promover el crecimiento del sector y con la que el IVA para los billetes de avión pasó del 19% al 5% hasta diciembre de 2022. También se aplicó una tarifa especial de la renta para la construcción de hoteles, además del beneficio tributario para la realización de inversiones en materia de control, conservación y mejora del medioambiente.
Y es que el impulso del turismo quiere hacerse en la región, además, de manera sostenible, con especial énfasis en la prevención y mitigación de los impactos ambientales, fomentando la inclusión social y favoreciendo la integración de todos los territorios. Este crecimiento comenzó a materializarse en 2022, cuando el país recibió la visita de más del 232% de viajeros respecto a 2020 (más de cuatro millones y medio de turistas no residentes). Además, los ingresos derivados de esta actividad crecieron un 8,6% respecto al mismo periodo previo a la pandemia. Respecto a su relación con España, el ICEX destaca que en el país andino se encuentran importantes marcas españolas del sector, especialmente hoteleras y líneas aéreas.
Paisaje energético
El panorama del sector renovable en Colombia está viviendo un auténtico auge gracias a un impulso decidido de la transición energética, que cuenta con la ventaja geográfica de la región, que recibe una radiación solar constante durante todo el año y una calidad excepcional de sus vientos. Por sus características, el país se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 y a reducir el 51% de sus emisiones de gases invernadero antes de 2030. Este impulso está atrayendo inversión extranjera interesada en participar en toda la cadena de valor del sector, tanto desarrolladores, comercializadores, proveedores de insumos, asesoría, construcción y mantenimiento.
En 2022, la principal fuente de generación fue la hidroeléctrica, quedando su composición total de la siguiente manera: