José Luis Jiménez, Director General Financiero (CFO) Adjunto de MAPFRE, inauguró las XXIX Jornadas Internacionales Global Risks celebradas por la compañía con un certero y necesario contexto para abordar cualquier debate del sector: el panorama económico actual.
Antes de afrontar la presentación, Jiménez reconoció que realizar un análisis y, sobre todo, una previsión, es complejo en la incertidumbre global que marca la pauta de la evolución socioeconómica, aunque sí advirtió de que las perspectivas no son especialmente prometedoras. “El Fondo Monetario Internacional estima que en los próximos cinco años el crecimiento promedio de la economía mundial está en torno al 3,1, que es el menor crecimiento que hemos tenido en muchas décadas”, aseguró. Este cómputo general proviene de una ligera mejora de los países desarrollados y un descenso de las tasas de crecimiento en las regiones emergentes.
A día de hoy, el escenario en estas economías en desarrollo es muy diferente. “Nos llama la atención que en Asia-Pacífico y América Latina estamos viendo crecimientos muy fuertes, donde la inflación está relativamente controlada para sus medias históricas y con tipos de interés muy elevados que les ayuda a controlarla y, al mismo tiempo, defender sus monedas”, explica.
Tipos de interés al alza
A pesar de que el Banco Central Europeo (BCE) bajó el pasado 6 de junio los tipos de interés en España, el responsable de MAPFRE mantiene que, a escala mundial, estos seguirán altos más tiempo de lo que se prevé, ya que los bancos centrales “se equivocaron a la hora de subirlos y no se quieren equivocar dos veces a la hora de bajarlos”. En Europa van a descender más que en Estados Unidos por esa diferencia en los ritmos de actividad, y el Euro se mantendrá en una situación más débil frente al resto de las divisas. Pero ¿qué consecuencias tendrá esta tendencia?
- Descenso continuo del crédito: Una variable relacionada con la inversión. Las empresas solicitarán menos créditos, lo que “drena” la actividad económica de las compañías, responsables finales de crear empleo y, por tanto, bienestar.
- Impacto en el mercado inmobiliario, donde el precio de los inmuebles normalmente tiene un efecto contrario a los tipos de interés: cuando uno sube, el otro baja.
¿Hay cabida para las oportunidades?
Con este espíritu de prudencia, el experto reconoció que nos movemos en un entorno incierto, a pesar del esfuerzo de los economistas. “El modelo econométrico más potente que existe es el que tiene el Fondo Monetario Internacional (FMI), con más de 500 variables, y jamás ha sido capaz de predecir ninguna crisis”, afirmó. A pesar de ello, hay conjeturas en las que es más fácil confiar:
- Riesgos geopolíticos. Cada vez se habla más de ellos, sobre todo desde la invasión de Ucrania, cuando se dio un cambio estructural en la economía mundial que alteró la situación de globalización perfecta. “Comprábamos o vendíamos bienes y servicios en cualquier parte del mundo, no había barreras. La tendencia actual es que vamos hacia un mundo en bloques como Estados Unidos, China o la Unión Europea”, asevera, añadiendo que será muy complicado desandar este camino, ya que se ha creado un clima general de “gran desconfianza”.
- Tipos de interés persistentes. Ante este contexto de incertidumbre global, los “bancos centrales van a tener un papel muy complicado”. Cualquier distorsión geopolítica tendrá un impacto directo en sectores tan esenciales como el alimenticio o el energético, lo que mandaría “otra ola expansiva a la inflación”. A pesar de que los gobiernos traten de contenerla por el bien de los ciudadanos, los bancos -independientes- definirán la curva de las tasas de interés.
- Estrés financiero. “Los mercados está viviendo un boom que es muy difícil de racionalizar”, aseguró. Los posibles shocks adversos a los que se someterá la economía son el aumento de precio del petróleo, el descenso de las bolsas o crecimiento de las primas de riesgos. “Si cualquiera de estas cosas o las tres pasaran, los bancos centrales tendrán que actuar en un entorno de mayor debilidad comparado con momentos anteriores”, recordando que durante la pandemia se pudo actuar con “cierto margen fiscal para poder tirar de déficit público”, algo que hoy no sería posible.
- Cambio climático y desastres naturales. Con la serie expuesta desde los años sesenta hasta 2021, se percibe un notable crecimiento de desastres naturales.
- La revolución tecnológica, que está aumentando miles de millones de euros la capitalización de sus empresas tendrá, necesariamente, una corrección global. Su implementación, según el experto, tampoco tiene un efecto definido. “La IA puede ser muy buena en muchas cosas, pero hay que transmitir cierta prudencia”.
- Ajuste fiscal. Prioridad citada por muchas regiones como política económica, con los tipos de interés actuales es preciso reducir gasto público o subir impuestos.
Conclusiones
El escenario central para los próximos años, según reiteró Jiménez al finalizar su intervención, es de un menor crecimiento y una inflación más reducida, sin tener en cuenta los posibles shocks adversos relatados en el epígrafe anterior. En este contexto, EE. UU. tendrá un mejor desempeño que Europa, mientras que regiones como Latinoamérica sorprenderán manteniendo su crecimiento firme, con la inflación controlada y una moneda estable.
Controlar los riesgos geopolíticos será clave en este entorno general de crecimiento tenue, inflación elevada y mercados sobrevalorados, donde cualquier movimiento puede generar nerviosismo, al igual que los desastres naturales, que se mantienen al alza.
Finamente, el experto aseguró que los máximos históricos en las bolsas pueden iniciar una corrección si la inflación elevada persiste o si el crédito se deteriora significativamente. En algún momento, se debe iniciar un proceso de reducción de la deuda pública para que sea sostenible a largo plazo, fomentando la productividad frente a la competitividad. “Los países no competimos como las empresas: lo que tienen que hacer es mejorar el día a día de su población”, concluyó.
Accede al vídeo de la ponencia Panorama Económico Actual durante las Jornadas Internacionales Global Risks de MAPFRE, en Málaga.