La minería se ha convertido en un pilar fundamental de la sociedad moderna, proporcionando los materiales esenciales para la tecnología, la construcción y la energía. En un mundo con ambiciosos objetivos de sostenibilidad, el sector afronta desafíos sin precedentes.
Para abordar esta coyuntura, Ana Pedrouzo, experta en Suscripción del Área de Daños, Minería y Siderurgia de MAPFRE Global Risks, moderó una interesante charla sobre la situación y potencial de la industria minera durante las Jornadas Internacionales celebradas por la compañía. Junto a ella se sentaron Malerie Kostiuk, Directora de Riesgos y Seguros de Capstone Cooper, y Christian Ackermann, CFO de Marsa.
Una gestión de residuos sostenible
Desde los teléfonos móviles, con más de 70 materiales diferentes, hasta los sistemas de energía renovable, necesitan componentes extraídos de la minería. Esta conexión con la industria no es exclusiva de la tecnología moderna: desde hace siglos, el sector ha sido clave para ámbitos como la construcción, la agricultura o la medicina. Sin embargo, sí está viviendo un hito en su evolución, ya que la demanda de minerales y metales es más alta que nunca. Para hacerla sostenible y asequible, ha sido imprescindible aumentar la producción de forma paralela a la descarbonización y la atenuación de su impacto ambiental.
“Uno de los cambios más significativos que hemos visto en los últimos años es la forma en que se gestionan los desechos generados por el procesamiento de minerales”, explica Ana Pedrouzo, que puso sobre la mesa la evolución desde las tradicionales escombreras de residuo directo hasta los métodos de deshidratación de relaves para su acopio en seco. Estas sistemáticas reducen riesgos ambientales y de seguridad, pero también exigen una mayor inversión a los profesionales del sector. “Cuesta más dinero implementar esta tecnología y aumenta los costes operativos, pero desde Capstone Cooper pensamos que el futuro de la minería nos llevaría, tarde o temprano, por este camino. ¿Por qué no invertir en él por adelantado?”, añade Kostiuk.
Otras de las prácticas que están llevando a cabo desde su compañía es el relleno en pasta, consistente en unir parte de los residuos con cemento para rellenar los vacíos del subsuelo generados tras la actividad minera. “Esta práctica, además, refuerza la seguridad de los trabajadores”, asegura. La gestión de residuos es esencial porque, sin un sistema de almacenamiento de relaves, no puede iniciarse la extracción y procesamiento de minerales, añadido a la complejidad burocrática que supone poner en marcha un proyecto de esta envergadura. Las regulaciones ambientales son en este sentido cada vez más estrictas, y su incumplimiento podría conllevar desde multas considerables hasta la pérdida de licencia para operar. “Las presas de relaves son ciertamente críticas para cualquier proceso minero y por eso tenemos limitaciones estrictas y supervisión constante para ellas”, admitió Ackermann.
Largos plazos de actuación
Uno de los aspectos menos conocidos de la minería es que, a pesar de su cotidianeidad y de la alta demanda, poner en marcha un proyecto implica mucho tiempo y una gran inversión. O como expresó en una simple frase Christian Ackermann, “para desplegar una mina de oro se necesita una mina de oro”. Los requisitos varían de un país a otro, pero como norma general hablamos de lustros de espera y varios pasos en el proceso, con requisitos que pueden interrumpir temporalmente o incluso poner fin al planeamiento. “Tenemos varios proyectos en Perú, con un capital significativo detrás, que llevan arrancando 15 o 20 años y todavía no funcionan, porque es difícil obtener las aprobaciones”, explicó el CFO de Mars. Desde su empresa han apostado en la alta tecnología como muleta de su desarrollo y ahorro de costes y están utilizando la innovación en procesos de automatización e hiperconvergencia de sistemas informáticos.
Kostiuk añadió otras iniciativas que están suponiendo un avance en la minería, como la sensorización de los activos humanos o la identificación de minerales de calidad para su priorización en el procesamiento. “La innovación en la minería no suele acaparar titulares, porque no produce directamente nuevos productos para el consumo masivo”, apuntó Pedrouzo, “pero sí permite operaciones más seguras y productivas. La minería y el progreso están vinculados y, ahora más que nunca, el suministro de materiales suficientes y asequibles va a ser clave para la sostenibilidad y el crecimiento económico”.
¿Qué aporta el sector asegurador?
La complejidad de los desafíos adquiridos por el sector tiene en el sector asegurador un garante de futuro y, especialmente, en productos que se adapten a sus particularidades. La reconstrucción de minas, los daños a la propiedad o la interrupción de la actividad pueden encontrar en estas soluciones adaptadas el paso a una viabilidad económica que esté a la altura de este exigente contexto, que incluye la dificultad de validar aspectos ineludibles como la gestión de residuos en cualquiera de las tipologías mencionadas en este mismo artículo. “El desarrollo de soluciones paramétricas va a ser realmente importante para nuestra industria”, recalca Malerie Kostiuk, idea que corrobora Christian Ackermann, que también incide en la necesidad de trabajar mano a mano con los mediadores para mejorar los planes de continuidad de negocio con el cumplimiento de los objetivos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés). “El mercado de seguros mineros está muy especializado, y operan en él grandes expertos en la gestión de riesgos y análisis de datos. Creo que nuestras empresas deben acompañarlos en este camino hacia la innovación”, concluyó.