MAPFRE ha participado en la Conferencia anual de Swiss Life Network que celebraba además, su sexagésimo aniversario.
Swiss Life es la red que ofrece soluciones globales a compañías multinacionales. Nos estamos refiriendo a todo lo relacionado con beneficios aseguradores para sus empleados, desde seguro médico y seguro de vida, hasta la posibilidad de ahorrar periódicamente de cara a la jubilación.
Entre sus 90 socios, MAPFRE no podía faltar, ya que representa a Swiss Life en 20 países. A la reunión asistieron representantes de la mayoría de las aseguradoras afiliadas, así como representantes de las multinacionales clientes de la red.
Estos beneficios son fundamentales a día de hoy porque no solo funcionan como incentivo para los empleados, sino que hace que la empresa esté a la vanguardia en el mercado, marcando la diferencia con otros empleadores. Para el trabajador, estos beneficios aumentan la motivación y bienestar repercutiendo así en un mayor compromiso y productividad, y el hecho de tener acceso fácil a la atención médica —no solo a ellos sino también a sus familiares directos—, alivia parte de su estrés.
Para la empresa, estos beneficios sociales, además de tener —según el país— ventajas fiscales que permiten desgravar parte de la inversión en sus activos humanos, consigue reclutar y mantener el talento —clave del éxito de una empresa—, genera mayor productividad dado el aumento del compromiso, pero también por el seguimiento médico debido a que las bajas laborales se reducen, y por tanto los costes de la compañía.
En esta conferencia para el mercado se trataron temas de actualidad de los programas internacionales de beneficios para empleados, tales como el uso de dispositivos “wearable” para mejorar los trabajos de suscripción en el seguro de vida, o el empleo de metodologías y servicios para aumentar el bienestar de los empleados de las empresas multinacionales.
Analizando el cómputo global de los datos, el informe refleja que han sido cruciales tanto los factores exógenos como los endógenos para que las cifras de contagio y mortalidad hayan sido unas u otras.
MAPFRE participó en la Mesa Redonda acerca del impacto del Covid-19 en términos demográficos y en el mundo asegurador, y compartió junto con la aseguradora sudafricana Momentum la experiencia de cómo responder a una situación de crisis tan profunda y severa.
Fernando Gómez Guerrero, responsable por el desarrollo en MAPFRE de los Programas Globales de Beneficios para Empleados, fue el ponente que presentó ante la audiencia de 100 profesionales y clientes unos datos cuantitativos que recordaron la crudeza de la pandemia a nivel humano y corporativo, y cuyos gráficos evidenciaban las diferentes olas y también la innegable eficacia de la vacuna.
El orador utilizó como referencia datos de México y Alemania como representantes de la máxima y mínima virulencia, respectivamente, aportados por MAPFRE Economics y la Fundación MAPFRE en su informe titulado “Covid-19: Un análisis preliminar de los impactos demográficos y sobre el sector asegurador”. Las gráficas de mortalidad de todos los países analizados muestran un patrón estacional donde el mayor número de fallecimientos coinciden con el periodo de la gripe. Sin embargo, la irrupción del virus SARS-CoV-2 en México dejó un evidente despunte sin precedentes: los excesos de mortalidad del segundo trimestre de 2020 supera la mortalidad media por cada 100.000 habitantes en un 73 % en ese mismo trimestre de los cuatro años previos. También llaman la atención los altos niveles de fallecimiento entre agosto y septiembre de 2021 cuando la variante Delta prevalecía y la vacunación no era extensa. Sin embargo, con la variante Ómicron el índice de mortalidad es menor; incluso, como señala el mencionado informe, llega a ser ligeramente negativo.
Por su parte, al igual que los países del hemisferio norte, Alemania presenta un comportamiento de mortalidad propio del invierno y periodo gripal; sin embargo, en la primavera de 2020 sí se observa un incremento de casi un 8 % de la mortalidad media en ese mismo periodo en los cuatro años anteriores. A finales de 2020 y principios de 2021, la variante Alpha golpeó con fuerza a la población alemana, cuando aún la vacunación era incipiente. En diciembre de 2020 la mortalidad rozó el 30% y el enero siguiente, casi superó el 21%.
Analizando el cómputo global de los datos, el informe refleja que han sido cruciales tanto los factores exógenos como los endógenos para que las cifras de contagio y mortalidad hayan sido unas u otras. Durante la exposición, Gómez Guerrero hizo referencia también al Indicador de Eficacia en la Gestión de la Pandemia, indicador “cuyo objeto consiste en valorar el grado de eficacia de las medidas adoptadas en el conjunto de 39 países analizados en este informe”. Está construido a partir de 5 índices: exceso de mortalidad, vacunación con pauta completa, desempeño económico, capacidad sanitaria de respuesta y, por último, nivel de restricciones.
Como se refleja en la infografía incluida en el informe, de entre todos los países estudiados, Corea del Sur presenta el mayor nivel de eficacia, seguida de Noruega y Nueva Zelanda. Destaca Japón y su sistema sanitario, considerado el mejor del mundo, pues ha logrado combatir la pandemia con un nivel de restricciones a la movilidad reducido comparado con el resto de los países de la muestra, aunque su economía sí se vio muy afectada. En el otro lado del espectro, entre los países con menor calificación se encuentran México, Colombia, Bulgaria, Rusia y Brasil.
En la mesa redonda que tuvo lugar a continuación de la presentación, se compartieron experiencias acerca de cómo reaccionó MAPFRE en Latinoamérica ante los retos de la pandemia, tanto en el plano Corporativo como en el apoyo a sus Clientes y Proveedores.
En el plano Corporativo, se destacó el alineamiento de MAPFRE con los mensajes de los respectivos gobiernos y autoridades sanitarias, el apoyo a través de donación directa por parte de la Fundación MAPFRE en los países más afectados, y el establecimiento de comités de coordinación en cada país y región, además de, por supuesto, a nivel del Grupo MAPFRE.
En lo relativo a los Clientes, fueron las acciones de refuerzo de los canales de comunicación remotos y la telemedicina los que más llamaron la atención de los participantes en la mesa redonda, así como los esfuerzos por mitigar el impacto económico sobre los clientes, alargando los plazos de cobro y reduciendo las primas de renovación en determinados productos y países mientras se aceleraban los pagos por siniestro.
Finalmente, se hizo énfasis en la red de Proveedores, quienes pudieron contar con MAPFRE para aliviar el estrés en su tesorería y apoyarles en la gestión de su propia administración mediante herramientas on-line.
En definitiva, para finalizar, la aparición del virus SARS-CoV-2 puso a prueba de manera globalizada los sistemas económicos, sanitarios y logísticos. Se pudo ver el verdadero músculo de las compañías multinacionales, tanto en solvencia como en agilidad de reacción en el plano corporativo, pero por supuesto, también con Clientes y Proveedores; y sin duda, de cara a los empleados, aquellas que ofrecían y ofrecen beneficios para sus empleados marcaron la diferencia en la experiencia pandémica provocado por la Covid-19.
Si te ha parecido interesante, te reocmendamos… Reflejo del Covid- 19 en las cláusulas de seguro y reaseguro