Antonio Huertas, presidente de MAPFRE, compartió ante profesionales del mundo del seguro su visión sobre el sector y el compromiso con el medioambiente y el bienestar social, objetivos que solo pueden lograrse a partir del desarrollo económico y la sostenibilidad.
Palma de Mallorca fue el lugar escogido para celebrar una nueva edición de las Jornadas Internacionales de MAPFRE Global Risks, en la que se dieron cita más de 400 expertos en gestión de riesgos. Las más relevantes voces del sector asegurador tuvieron la oportunidad de debatir sobre temas de actualidad en un contexto complejo. Tras el impacto de la pandemia en el bienestar social y el desarrollo económico, el mundo se encuentra inmerso en un proceso de recuperación marcado por dos retos adyacentes: el cambio climático y las vicisitudes geopolíticas.
Con este desafiante e incierto futuro como telón de fondo, Antonio Huertas, presidente de MAPFRE, recordó el importante papel que el sector asegurador ha ocupado a lo largo de la historia durante la clausura de las Jornadas Internacionales celebradas en Palma de Mallorca. “Hemos sobrevivido a grandes guerras mundiales, a enormes disensiones del comercio internacional y a épocas muy complicadas, y hemos sabido salir adelante y crear escenarios de protección. Porque al final la sociedad, tal y como la conocemos, no sería posible sin nuestra actividad”, afirmó.
Gracias al sector y a su actividad, las comunidades donde operan las grandes aseguradoras tienen la oportunidad no solo de sobrevivir, sino de prosperar. Como ejemplo, Antonio Huertas se refirió al largo camino aún por recorrer en Latinoamérica. “Nosotros, que conocemos esos países, vemos con gran desazón las señales de marcha atrás en muchos de los avances que se habían conseguido”, reconoció, haciendo alusión al desempleo y a la desigualdad social, y recordando cómo la penetración del seguro, que podría ayudar a reducir esas brechas, ha retrocedido un 30% en los últimos diez años.
En este camino de recuperación MAPFRE aspira a ser el mejor socio de negocios desde el punto de vista de protección y de prevención. “Somos una gran aseguradora global que opera en los cinco continentes, que es muy solvente y que da confianza”, aseguró. Estas cualidades son necesarias para acompañar a las grandes organizaciones que trabajan a menudo en mercados exóticos y países complejos, con dificultades de logística y de seguridad jurídica.
“Tenemos la vocación y la voluntad de continuar trabajando, somos infatigables. Porque crecer en nuestra actividad significa tener una mejor sociedad ahí fuera”, aseveró, recordando que su proyecto es indivisible al empuje ciudadano, al apoyo de los inversores y a la comprensión de los supervisores.
Es su marco el que protege a los mercados internacionales, el que avala el desarrollo en entornos poco predecibles, como el actual. Un contexto de bienestar social y crecimiento económico es indispensable para alcanzar un equilibrio medioambiental y un futuro sostenible. “Por mucho que queramos proteger al planeta, si no hay una sociedad con condiciones de vida adecuadas y empresas que promuevan su actividad de manera libre en un mercado regulado, es muy difícil que se logre”, concluyó.